Los estadios chilenos han tenido dificultades al inicio de la temporada, afectando el normal desarrollo de los partidos. El Estadio Calvo y Bascuñán es uno de los más afectados, con Deportes Antofagasta jugando en otros lugares mientras esperan la recuperación del césped. Este problema es parte de un desafío mayor que enfrentan varios recintos en Chile.
Impacto en el Estadio Calvo y Bascuñán
El césped del Estadio Calvo y Bascuñán sufrió daños tras el Festival de Antofagasta en febrero. La resembración fue necesaria, con un tiempo estimado de 45 días.
Aunque este tiempo se alargó, la programación de la ANFP ya incluye el regreso del estadio para el partido contra Unión San Felipe el 20 de abril. Esto significa que el equipo local espera regresar pronto a su campo habitual.
Alternativas para Deportes Antofagasta
Durante los trabajos en el Calvo y Bascuñán, Deportes Antofagasta usó otros estadios para jugar como local. Inicialmente optaron por el Zorros del Desierto de Calama, enfrentando descontento por las largas horas de viaje.
Luego, decidieron jugar en el Estadio Municipal de Mejillones, ya que es más cercano. Esta decisión ayudó a minimizar el impacto en el equipo mientras esperan la disponibilidad de su estadio original.
Soluciones temporales y futuro
Con la ANFP programando el retorno de Deportes Antofagasta a su estadio, el equipo puede esperar jugar en casa sin más desplazamientos largos. Antes de este regreso, el equipo deberá enfrentar dos partidos como visitante.
Estos cambios temporales son comunes en la liga cuando los estadios necesitan mantenimiento, demostrando las dinámicas que deben manejarse en el fútbol chileno.
En resumen, la experiencia de Deportes Antofagasta refleja un problema más amplio que afecta a varios estadios en Chile, creando una oportunidad para considerar mejoras a largo plazo en la infraestructura deportiva del país.
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