A principios de mayo, se informó que NVIDIA desarrollaba una versión reducida de su GPU para inteligencia artificial, H20, específicamente para el mercado chino. Durante el último año fiscal que concluyó el 26 de enero de 2025, China representó el 13% de los ingresos totales de la empresa, unos 17,000 millones de dólares.

El país asiático es el tercer cliente más grande de NVIDIA, solo detrás de Estados Unidos y Taiwán. Sin embargo, las sanciones del gobierno estadounidense ponen en riesgo la presencia de la compañía en China.

Impacto de las restricciones en la venta de GPUs

Las medidas impuestas por el Departamento de Comercio de EEUU han limitado la exportación de chips avanzados para IA a China, afectando la capacidad de NVIDIA de vender sus productos más avanzados en el país. A pesar de que inicialmente el chip H20 fue permitido, estas restricciones han frenado su distribución.

La acogida inicial de la GPU H20 en China fue positiva, impulsando un crecimiento del 50% en sus ventas. Sin embargo, la empresa ahora enfrenta el desafío de seguir operando bajo las nuevas condiciones.

La nueva apuesta de NVIDIA con microarquitectura Blackwell

NVIDIA no se ha dado por vencida. Según Reuters, en junio, TSMC, con sede en Taiwán, comenzará la producción de una nueva GPU para IA de NVIDIA, utilizando la microarquitectura Blackwell de última generación.

Aunque esta nueva GPU será menos potente que la H20, se espera que su precio sea más accesible, entre 6,500 y 8,000 dólares, lo que puede hacerla atractiva en el sector profesional de IA en China.

Expectativas de aprobación y precio competitivo

Antes de lanzar estas nuevas GPUs en China, NVIDIA necesitará la aprobación del Departamento de Comercio de Estados Unidos. La estrategia se centra en ofrecer un producto competitivo que pueda rivalizar con empresas chinas como Huawei y Moore Threads, cuyo objetivo es capturar una parte significativa del mercado.

La nueva GPU no solo busca mantener la presencia de NVIDIA en China, sino también ofrecer una opción más económica a diferencia de la H20 que tiene un precio de entre 10,000 y 12,000 dólares.

Con esta estrategia, NVIDIA busca asegurar su posición en un mercado clave, adaptándose a las restricciones actuales mientras ofrece una alternativa competitiva.